El agua es el recurso natural que mayor preocupación internacional genera, ya que además de ser fundamental para la industria, agricultura, ganadería y uso doméstico, es considerado un líquido vital para el ser humano.
De acuerdo a SEMARNAT (2007) el consumo de agua potable y la salud están fuertemente ligados ya que el 60% del cuerpo de un hombre adulto está compuesto por agua y el de un bebé lo está en un 80%. Una persona puede sobrevivir sin consumir alimentos por un largo tiempo, sin embargo, no lo logra si lo que le falta es agua.
Si el cuerpo humano llega a perder entre el 5 y 6% de su total de agua comienza a presentar somnolencia, dolor de cabeza, náuseas y hormigueo en brazos o piernas; si la pérdida es mayor, entre el 10 y 15%, se pierde el control muscular, la piel se seca y se arruga y empiezan los problemas visuales. La falta de líquidos puede llegar a ser mortal.
Se calcula que la Tierra posee 400 millones de km3 de agua, pero el 97.5% de este líquido está contenido en los mares y océanos, es decir, es agua salada. Sólo el 2.5% del agua del Planeta se considera potable, de la cual el 70% se encuentra en glaciares, por lo que no está disponible para el consumo humano. El resto del agua potable se encuentra en depósitos subterráneos que son de difícil acceso, por lo que sólo el 0.3% del agua mundial está destinada para uso humano.
Si toda el agua del Planeta la comparamos con una jarra de un galón (3.7 litros), el agua dulce disponible sería igual a una cucharada sopera.
El agua útil para consumo humano resulta escasa en comparación con la cantidad de agua total, es por ello que la presencia del agua como recurso renovable resulta un tema prioritario.
La forma de obtener agua potable en México proviene de dos fuentes: las aguas superficiales y las subterráneas; las primeras se encuentran en ríos, lagos y presas y son las principales abastecedoras para la agricultura. Las aguas subterráneas, por su parte, se encargan de abastecer a la industria y al uso doméstico. No obstante, estas fuentes de líquido se han convertido en las más sobreexplotadas en los últimos tiempos, situación que resulta en otro de los principales problemas: la contaminación del agua.
Un manto acuífero, al ser sobreexplotado puede provocar la presencia de sales en el agua y productos agroquímicos.
?En cuanto a la calidad del agua utilizada para distintas actividades humanas, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), México ocupa el lugar 106 de un total de 122 países, (UNESCO, 2003)?.
El tema del agua también ha generado controversias sociales debido a la distribución inequitativa que se presenta en el país. El proceso de repartición tiene que enfrentar dificultades técnicas, por ejemplo, la Zona Metropolitana del Valle de México depende en un 30% del abastecimiento del sistema Lerma-Cutzamala, este caso es considerado excepcional en el Mundo, ya que traslada agua desde el Océano Pacífico hasta el Atlántico.
El agua es fundamental para las actividades diarias de cada persona en el Planeta, además de ser básica para la producción e impulso económico de cada región, por ello, es importante el óptimo y adecuado uso de este recurso natural que es vital. Promover una cultura del agua para su manejo racional es clave para la equidad y desarrollo social.