Desde los restaurantes de manteles largos, hasta las taquerías de cada esquina, México cuenta con una riqueza culinaria inconfundible en el mundo. La gran variedad de recursos naturales del país se transforman en deliciosos platillos, como el complicado mole, las salsas de molcajete, los nopales asados, e incluso manjares exóticos como los chapulines, el gusano de maguey o los escamoles.
El patrimonio gastronómico que hereda nuestro país es el conjunto de tradición, cultura y vanguardia, que ha llevado a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) declarar a la cocina mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2010.
El impulso de la industria gastronómica ayuda a miles de pobladores en el país, ya que un solo platillo abarca desde el trabajo del agricultor hasta los cocineros y meseros que gustosamente atienden a miles de turistas al año interesados por degustar nuestra cocina.
Cada viaje que se realiza con la finalidad de maravillarse con las bellezas naturales del planeta, deja una huella imborrable al estar en contacto con la cultura e historia de cada destino. Por ello, cada vez que se visita un lugar, nace la inquietud de aventurarse a probar alimentos de la localidad y experimentar nuevos sabores.
En México encontramos una gran oferta turística que combina naturaleza, traducción y deliciosa comida; ejemplo de ello es la Ruta del Vino y Queso en Querétaro, el tequila de Jalisco y la Ruta del Pulque en Hidalgo.
Si bien lo exótico y diferente a la cotidianidad atrae, hay que tener cuidado de no caer en la extravagancia donde se ponga en riesgo la protección de especies en peligro de extinción, ya que eso intensifica la caza y tráfico de algunos animales como la carne y huevos de tortuga. En tu próximo viaje, descubre y explora el mundo de ingredientes que harán disfrutar tu paladar siempre de una manera equilibrada con el Planeta.