Existen en el Mundo más de 7 mil millones de persona, quienes requieren de alimento, agua, vestido y vivienda para sobrevivir, estas necesidades básicas son cubiertas gracias a los recursos naturales que se obtiene de la Tierra, sin embargo, el crecimiento demográfico ha implicado una sobreexplotación que ha llevado al Planeta a rebasar su capacidad.
Se consumen recursos naturales más rápido de lo que se pueden volver a generar y se desechan residuos más rápido de lo que pueden ser absorbidos. El medio ambiente tarda 18 meses en recuperarse de lo que los seres humanos gastan y desechan en un año.
El sistema para medir el impacto que tiene la presencia del ser humano y sus actividades sobre el planeta se llama huella ecológica. El concepto surgió en la década de 1990 como propuesta del ecólogo William Rees y de su compañero Mathis Wackernagel para medir el impacto que tenían las personas sobre la Tierra, así como la capacidad que ésta para cubrir las necesidades de los seres vivos que la habitan.
El organismo internacional World Wildlife Fund, (WWF), define a la huella ecológica como: ?El impacto de una persona, ciudad o país, sobre la Tierra, para satisfacer lo que consume y para absorber sus residuos.
De acuerdo con la organización GloblalFootprint Network la huella ecológica de cada ser humano está calculada en 2.6 hectáreas, pero el planeta sólo es capaz de dar 1.8 hectáreas a cada habitante.
Existe una diferencia en el tamaño de huella ecológica de acuerdo a cada país, en algunos lugares del Mundo se consumen por encima de lo corresponde a cada habitante y en otros no llega a ser lo necesario para cubrir las necesidades básicas. Por ejemplo, Estados Unidos tiene una huella ecológica de 9 hectáreas por persona, mientras que la de Haití sólo llega a media hectárea.
En México la huella ecológica está calculada en 3.2 (2009) hectáreas por habitante, que es más de la media mundial (2.6 hectáreas por persona).
El tamaño de la huella ecológica crece diariamente, relacionado directamente con el crecimiento poblacional. En los últimos 40 años la cantidad de habitantes en el Planeta se duplicó y la esperanza de vida aumentó cerca de 20 años.
De acuerdo a los datos 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México es el décimo país más poblado del Mundo, con aproximadamente 129 millones de personas casi 17 millones más que lo observado en 2010.
El incremento demográfico implica directamente el aumento de consume de recursos naturales así como fuentes de contaminantes, siendo la sobreexplotación de ecosistemas, extracción del agua y contaminantes atmosféricos algunos de los principales problemas ambientales.
Sobre explotación de ecosistemas
En este tema resalta la cantidad de tierras fértiles destinadas a la agricultura y ganadería que han generado una sobre explotación de suelos; la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en período 2000-2005, estimó que mundialmente al año se pierden7.3 millones de hectáreas de bosques y selvas, lo equivalente al estado de Baja California por estas actividades.
Por su parte, América Central y Sudamérica reportaron entre el año 2000 y el 2005 la pérdida de 4.5 millones de hectáreas al año y África poco más de 4 millones. Brasil e Indonesia son los países con mayor deforestación perdiendo 3.1 y 1.9 millones de hectáreas respectivamente. La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en 2007 reportó que México había perdido cerca del 26% de su superficie en selvas y bosques, y sólo se conserva el 56% de las originales en algunas zonas.
Helena Cotler, Directora de Manejo integral de cuencas del Instituto Nacional de Ecología, en la obra del Colegio de México Los grandes problemas de México, afirma que en la actualidad el 45% de los suelos del país cuentan con algún grado de degradación y que se ha perdido más suelo en los últimos 40 años que en los últimos cuatro siglos:
?Las principales causas de estos procesos son las actividades agrícolas (38.8%), el sobre pastoreo (38.4%) y la deforestación (16.5%), mientras que la urbanización, la sobre-explotación de la vegetación para consumo y las actividades industriales serían responsables del 6.3% restante?.
Otro de los ecosistemas que también han resultado afectados por el aprovechamiento intensivo son las zonas marítimas y dulceacuílas las cuales ya no son capaces de producir la misma cantidad de pescado, y se considera que cerca del 25% de las pesquerías están sobreexplotadas.
Extracción de agua
El agua es el recurso natural cuya escases genera mayor preocupación a nivel internacional ya que su consumo resulta indispensable para la supervivencia de los seres vivos. Una persona puede sobrevivir sin consumir alimentos por un largo tiempo sin embargo no lo logra si lo que le falta es agua.
La Tierra posee 400 millones de km3 de agua, pero sólo el 2.5% se considera potable, de la cual el 70% se encuentra en glaciares por lo que no está disponible, dejando un 0.3% de líquido para consumo humano.
Para contabilizar la presencia de agua como recurso renovable en cada país, se cuenta con la medida per cápita, definida por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) de la siguiente manera:
?El agua renovable per cápita de un país resulta de la operación de dividir sus recursos renovables entre el número de habitantes. Según este criterio, México se encuentra en el lugar número 86 mundial sobre 177?.
México, a pesar de ocupar un lugar en la media de la tabla de agua per cápita por habitante, ocupa el lugar número 8 dentro de la lista de países con mayor extracción del líquido.
Países con mayor extracción de agua/ km3 al año:
En México, gran parte del problema se explica por la distribución del agua, pues las zonas centro y norte del país cuentan con menor cantidad de dicho liquido mientras que la zona sur y sureste con mayor volumen, sin embargo, el motor económico se genera en los estados del norte y centro, obteniendo así el 87% del PIB nacional (COLMEX 2010); ello hace que zonas del centro al norte cuenten con mayores recursos económicos que les permite invertir en sistemas de abastecimiento e infraestructura, mientras que en el sureste se sufre marginación a estos accesos.
Un ejemplo de las dificultades técnicas para el abastecimiento del agua es el caso del sistema Lerma-Cutzamala, que abastece al 30% de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, trasladado este recurso natural desde el Océano Pacífico hasta el Atlántico.
María Perevochtchikova, ingeniera hidróloga, en Los grandes problemas de México menciona:
?Este transvase ha provocado serios conflictos sociales, económicos y hasta enfrentamientos violentos, relacionados con el desacuerdo de la población local con que se les quite el agua para abastecer a la urbe más grande del país (Castro, 2006). Aquí intervienen aspectos relacionados con la inequidad social de género y étnica por afectarse a grupos indígenas?.
Una forma de medir el impacto de las actividades humanas en los recursos hídricos es la huella hídrica (waterfootprint), la cual consiste en sumar el agua que utiliza cada persona para sus diversas actividades y la que es necesaria para producir los bienes y servicios que consume.
CONAGUA explica que la huella hídrica, al igual que la huella ecológica, varía de país en país. En México es de 1,441 m3 de agua por persona al año; Estados Unidos tiene la medida más grande con 2,483 m3.
Contaminantes atmosféricos
La calidad del aire se ve afectada por la presencia de industrias, automóviles, el transporte motorizado público, los desechos en hogares, entre otros. Los contaminantes que se presentan son el bióxido de azufre (SO2), el monóxido de carbono), óxidos de nitrógeno (NOX), partículas suspendidas, compuesto orgánico volátiles (COV) y el Ozono (O3).
Estos contaminantes traen daños a la salud como la presencia de congestiones nasales, asma, irritación de los ojos, problemas pulmonares, bronquitis e irritaciones de nariz y garganta.
De acuerdo con el INEGI en 2012 estaban registrados más de 35 millones de automóviles en circulación, lo que significa una importante emisión de contaminantes.
La presencia de residuos sólidos también es una fuente de contaminantes atmosféricos, se calcula que en México cada habitante genera un kilo de basura al día, es decir, 100 mil toneladas de desechos cada 24 horas, la misma cantidad de concreto que se utilizó para la construcción del Estadio Azteca.
No cabe duda que el crecimiento demográfico implica la extracción de más recursos naturales, sin embargo, la crisis ambiental también está relacionada directamente con el estilo de vida de cada ser humano, por ejemplo, hace un par de años China contaba con 1, 358 millones de habitantes y mantenía una huella ecológica de 2.1 hectáreas por persona, en comparación, Emiratos Árabes Unidos tenía una población de ocho millones y una huella de 8.4 hectáreas por habitante.
El consumo de recursos está determinada por la infraestructura y modelos de producción de cada país, no obstante, esto no debe afectar el ímpetu y las ganas de realizar cambios en el mundo a través de pequeños hábitos personales, cada acción cuenta por pequeña que esta sea. La comunicación y educación enfocadas a una cultura ambiental promueven una sociedad informada que está preparada para participar en las decisiones públicas competentes y desarrollar así estrategias y planes más eficientes para mitigar el impacto ambiental.