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El legado ambiental para las siguientes generaciones. 


Nos preocupamos por forjar en nuestros hijos los mejores valores para formar personas humanitarias y esperamos verlos crecer en un entorno mejor que el de nuestra infancia. Sin embargo, estamos seguros que en más de una ocasión habrás notado que tu pequeño, sin influencia externa, realiza pequeñas acciones de apoyo o ayuda hacia los demás que te dejan sorprendida. 


De acuerdo a una publicación realizada en la revista Science por el departamento de Antropología Evolutiva del Instituto Max Planck de Alemania, tras realizar diversos estudios durante 10 años con bebés de 18 meses de edad, se concluyó que los niños son altruistas por naturaleza. 


Parte de las pruebas realizadas por el equipo de investigación fue recrear varios escenarios donde los niños tenían que socorrer a los adultos. Una de ellas consistió en dejar caer objetos al suelo que los adultos eran incapaces de recoger. Todos los niños participantes auxiliaron espontáneamente, el 84% de manera inmediata y el resto después de 10 segundos.


Sin duda, estos resultados nos impulsan a promover en nuestros hijos el ayudar en distintas causas que puedan significar parte del cambio para un mundo mejor y potenciar el lado solidario y empático que tienen. Si consideramos que los niños son el futuro, inculcarles prácticas altruistas hará de ellos adultos comprometidos con el Planeta.


Entre las actividades que son atractivas para los pequeños están aquellas relacionadas con el cuidado del medio ambiente. Algunas organizaciones emprenden diversas acciones como la protección de los bosques o adopción de animales en situación de calle. Al involucrar a nuestros pequeños en ellas, además de ayudar, fomentamos valores a favor del respeto por los distintos seres vivos.


Acércate a algún organismo cercano a tu localidad y motiva a tus hijos para participar en una causa atractiva para ellos. Será una experiencia de vida única y especial.